Este pasado martes, la intensa lluvia acompañada de tormentas eléctricas provocó la caída de un árbol sobre una vivienda, un incidente que tuvo lugar en la zona sur de nuestro país. Los efectos de este fenómeno meteorológico generaron una serie de preocupaciones en la comunidad, ya que la situación puso en riesgo la seguridad de sus habitantes.
Testigos presenciales relatan que el evento natural se produjo en el centro de Puerto Jiménez y que sus consecuencias fueron notoriamente devastadoras. Al menos cuatro personas resultaron afectadas por la caída del árbol, aunque afortunadamente no se reportaron heridos de gravedad. Sin embargo, los daños materiales sí fueron significativos, generando una gran preocupación entre los residentes de la zona, quienes ahora enfrentan la difícil tarea de reparar los destrozos causados por el incidente.
Es importante mencionar que, hasta el momento, la Cruz Roja de Costa Rica no ha registrado ninguna atención médica relacionada con los incidentes provocados por la lluvia. Esto es una señal alentadora, ya que sugiere que, a pesar de los sustanciales daños materiales, no se han reportado lesiones graves entre la población. Sin embargo, el impacto emocional de los eventos naturales puede ser significativo, y es fundamental ofrecer apoyo a los afectados.
El Instituto Nacional de Meteorología (IMN) también ha compartido información relevante respecto a las condiciones climáticas que prevalecieron en la región. Según sus reportes, las lluvias en el Océano Pacífico central y sur alcanzaron entre 40 y 60 mm, y en algunos lugares como Río Nuevo, en Pérez Zeledón, se registraron hasta 90 mm de precipitación. Estas cifras reflejan la intensidad del fenómeno que azotó a la zona, y destacan la importancia de estar preparados ante situaciones similares en el futuro.
