Un nuevo capítulo se abre sobre el controvertido tema de Santos de Guápiles y la reciente pérdida de su licencia para competir en la primera división del fútbol costarricense. Esta situación ha suscitado un gran interés, especialmente luego de que el abogado Luis Peraza compartiera información relevante acerca de los antecedentes que llevaron a la eliminación de la licencia del club. En sus declaraciones, Peraza enfatiza que están listos para abordar este desafío legalmente, afirmando: «Vamos al iCoder a cualquier lugar. Si tenemos que mirar, esta es la forma de aprovechar una situación». Esta frase resalta la disposición del equipo legal para analizar y enfrentar cualquier aspecto que involucre la controversia.
Peraza enfatiza que, según su análisis, no hubo desviaciones graves que justificaran la decisión del comité de licencias de retirar su licencia. En sus palabras, «Van con una línea definida por el Comité Ejecutivo de la Federación de Fútbol Costarricense». Este comentario implica que hay factores más amplios en juego, lo que deja abierta la puerta a especulaciones sobre la política dentro del fútbol en Costa Rica.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de emprender acciones legales en contra de esta decisión, Peraza expresó que hay una sensación de injusticia en el ambiente. «Jay parece deberse a que no hay justicia, y están interesados en tener diez equipos. Si observan que los partidos de Guanacaste no se organizaron, eso es un indicio de que hay intereses en contra de ciertos equipos dentro del comité ejecutivo». Esta afirmación resalta la tensión existente entre los clubes y las autoridades del fútbol local.
El defensor del club, Adolfo Hernández, se unió al discurso de Peraza, subrayando la gravedad de la situación. «No dudo que el único propósito sea político y es grave, porque el fútbol está realmente dañado. Todo debe ganarse en la pista y, bajo esas circunstancias, valdrá la pena luchar». Sus palabras resuenan con la frustración que sienten muchos aficionados y jugadores del fútbol, quienes ven el deporte como un ámbito donde la competencia justa debería prevalecer por encima de intereses políticos o personales.