Sulphur Burning alivia temprano en el Poás

El volcán Poás es un fenómeno natural que no solo se caracteriza por su actividad constante, sino que también ofrece un espectáculo visual fascinante durante las noches. Este espectáculo es el resultado de un brillo espectacular generado por el ardor de azufre que se puede observar en el fondo del cráter, creando una atmósfera mágica que atrae a numerosos visitantes.

Este fenómeno visual ha sido capturado en múltiples ocasiones por el equipo de monitoreo del Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), especialmente durante abril y los primeros días de mayo, lo que ha permitido documentar el comportamiento del volcán de manera exhaustiva.

‘La actividad que informamos de la Semana Santa, esto es un ardor de azufre, y casi todas las noches se ve‘, comentó Geoffroy Avard, el volcanólogo de Ovsicori.

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Actividad constante

Del 1 y hasta el 8 de mayo, la configuración ha documentado este fenómeno, producto de la inflamación natural del azufre debido a las altas temperaturas y al ambiente oxidante que predomina en el cráter. Este ardor de azufre es testimonio de las intensas reacciones químicas que ocurren bajo la superficie del volcán, lo cual es crucial para su estudio y monitoreo.

‘El azufre se deriva a estas condiciones y libera energía en forma de luz‘, detalló Ovsicori, enfatizando la dinámica natural que rige en la actividad volcánica.

Volcán Poás.

‘Además, este tipo de actividad revela la presencia de materiales calientes y un entorno químicamente activo con suficiente oxígeno para mantener la combustión”, agregaron los expertos, lo que resalta la importancia de continuar con los estudios en la región.

La actividad eruptiva del volcán ha mantenido su dinamismo desde el 23 de marzo, con períodos de calma intercalados con emisiones más intensas de gases, vapor, y partículas finas, lo que pone de manifiesto la complejidad de los procesos que ocurren en su interior.

Erupción del volcán