Randall Zúñiga Reello y el poder de veto gubernamental.

Randall Zúñiga, el director del Instituto de Investigación Judicial (OIJ), ha ofrecido una respuesta clara y contundente respecto al veto emitido por el Gobierno de la República. Este veto se origina en el proyecto de ley que busca otorgar a los agentes de pensiones la posibilidad de beneficiarse de pensiones a los 55 años de edad, siendo además requeridos 30 años de servicio. La discusión sobre este tema ha llevado a un intenso debate político sobre la sostenibilidad y justicia de tales beneficios.

Esta tarde, Marta Esquivel, quien se desempeña como ministra de Planificación, acompañada por Alejandro Barrantes, viceministro del Presidente, se presentó ante la Asamblea Legislativa. El objetivo de esta visita fue presentar formalmente el veto y, tal como marca el procedimiento, requiere un mínimo de 38 votos para que el veto sea derogado. La situación es tensa en el ambiente legislativo, lo que pone en evidencia las diferentes posturas sobre la reforma en cuestión.

Zúñiga resaltó que en la votación anterior, el proyecto recibió un apoyo significativo, alcanzando un total de 40 votos. Este respaldo, según él, se espera que se repita en la próxima discusión sobre el registro del mismo, lo que podría significar un avance para los agentes de pensiones si la situación se mantiene favorable.

«Estamos a la espera de que en este mismo período se examine el proyecto de ley, y que continúe recibiendo el respaldo por parte de los diputados y demás actores implicados en el proceso legislativo,» afirmó Zúñiga en una declaración efectuada el martes por la noche, evidenciando su optimismo respecto al futuro de la iniciativa.

Diferencia

Una de las justificaciones presentadas por el gobierno, que respalda el veto, consiste en que dichas pensiones podrían llegar a ser insostenibles, en vista de las proyecciones del comité de pensiones del poder judicial. Sin embargo, Zúñiga contrarrestó esta afirmación, señalando que el informe actuarial del mes pasado demuestra que el fondo presenta una solvencia del 97%. «Esto es notablemente superior a cuando fui elegido, dado que en ese entonces teníamos un 84% de solvencia, un dato que provenía de un estudio actuarial datado de 2020, que era el último disponible», especificó Zúñiga, proporcionando un contraste crítico.

Además, Zúñiga defendió vehemente el hecho de que los agentes de pensiones del OIJ no solo cumplen con requisitos más estrictos, sino que en muchos casos reciben pensiones que superan, hasta tres veces, las de otros servidores públicos. «No solo eso, todos los funcionarios públicos que se jubilan actualmente enfrentan la situación de suspensión de su pensión debido a circunstancias como discapacidad, viajes o decesos,» añadió, destacando la complejidad del sistema.

«En el caso particular de los funcionarios de la corte dentro del OIJ, aunque se retiran, continúan realizando aportes al fondo de pensiones al pagar el 13% de su salario,» puntualizó.

Es importante mencionar que el veto presentado ante el Congreso esta tarde abarca 319 páginas, incluyendo una exhaustiva evaluación actuarial del Fondo de Jubilación y Pensiones del Judiciario para el año 2024. Esta extensión indica la complejidad y profundidad del análisis realizado para sustentar la decisión del gobierno.

Rodrigo Chaves, presidente de la República, había advertido que esta iniciativa estaría bajo veto. (Cortesía/Oficina Presidencial).

Defender al público

Rodrigo Chaves, presidente de la República, ha expresado en varias ocasiones que la ley del proyecto de pensiones enfrentará un veto una vez que sea aprobada, lo cual ha generado gran expectativa y críticas. El presidente justifica esta decisión señalando que debe hacerse en defensa de la ciudadanía, ya que muchos no tienen acceso a una pensión adecuada a la edad establecida de 55 años. De esta manera, Chaves ha intentado establecer una comparación entre diferentes tipos de agentes de seguridad y sus respectivos riesgos laborales.

«Los policías enfrentan condiciones más peligrosas en su trabajo; cargan equipamiento pesado y operan en áreas de alto riesgo, a diferencia de los funcionarios de la corte,» añadió Chaves, destacando las dificultades particulares que enfrentan estos profesionales.

Ante estas afirmaciones, Zúñiga respondió que el trabajo realizado es comparable al de otras fuerzas policiales. Según sus palabras, los funcionarios del OIJ acumulan aproximadamente 3,000 horas de trabajo al año, mientras que el promedio de horas trabajado por otros tipos de policías oscila entre 2,000 y 2,244 horas anuales, lo que hace evidente que cada uno ejerce responsabilidades significativas en el ámbito de la seguridad pública.

En el ámbito ejecutivo, se argumenta que el veto es necesario porque puede ocasionar:

  • Violaciones a la igualdad ante la ley.
  • Daños a los principios de técnica razonable y de unión.
  • Un riesgo a la sostenibilidad financiera.

Esta propuesta fue inicialmente presentada por el subdirector general Dragos Dolanescu en el año 2021 y posteriormente fue rescatada por la diputada libertaria Alejandra Larios durante el periodo actual del congreso.

Verifique más: los agentes dejan una pensión fija por delante de los agentes de OIJ que el presidente Chaves amenazó con veto.