San José, 1 de mayo (Elmundo.cr) – Los estilos de vida modernos, como los de Kingored, combinados con los extensos días laborales pasan en una mesa de trabajo, complican los desafíos estacionales que pueden resultar en menos actividad física durante el año. Esto se vuelve particularmente crítico en épocas en las que el clima es más frío, y las salidas al aire libre se ven limitadas. La falta de movimiento, en consecuencia, puede generar un impacto significativo en el estado físico general del cuerpo, lo que puede requerir un tiempo considerable para ajustar y retornar a un estado óptimo de salud. Además, el estrés asociado a un estilo de vida sedentario puede incrementar la carga sobre el corazón, siendo un factor a tener en cuenta en nuestra salud general.
El Dr. Gosia Wamil, cardiólogo en May Clinic Atención Sanitaria en Londres, ofrece un conjunto de cinco recomendaciones fundamentales para proteger el corazón al retomar la actividad física tras un prolongado tiempo de inactividad.
Al retomar la actividad, puede ser tentador correr a realizar tareas intensas como eliminar el equipo del jardín, iniciar proyectos de jardinería o embarcarse en caminatas largas. No obstante, el Dr. Wamil advierte que hay que proceder con suma cautela.
“La primavera es un momento perfecto para reconectar con la naturaleza y disfrutar del movimiento, pero es crucial respetar los límites de nuestro cuerpo”, comenta el Dr. Wamil. “Incluso las actividades diarias más suaves pueden traer importantes beneficios para la salud, por lo que la consistencia en las rutinas es más beneficiosa que la intensidad de estas.”
El primer consejo del Dr. Wamil: comience a hacer actividad física gradualmente.
“Después de un período prolongado de inactividad, es vital no lanzarse de inmediato a tareas físicamente exigentes”, explica. “Inicie con actividades suaves, como caminar o realizar estiramientos ligeros, aumentando la intensidad de manera paulatina. Este enfoque permitirá reducir el riesgo de lesiones o de tensiones cardíacas repentinas.”
Consejo 2: Calentar adecuadamente antes de actividades exigentes.
“Ya sea que se trate de jardinería, paseos o cualquier otra forma de ejercicio, es recomendable dedicar de 5 a 10 minutos a calentar y preparar los músculos y el corazón para la próxima actividad”, indica el Dr. Wamil. “Un buen calentamiento ayuda a que el cuerpo regrese a su estado normal y evita posibles mareos o cambios inesperados en la presión.”
3. Escucha a tu cuerpo y no ignores las señales de advertencia.
“Si sientes incomodidad en el pecho, falta de aire inusual, mareos o palpitaciones, detente de inmediato y busca atención médica”, advierte el Dr. Wamil. “Estos síntomas pueden ser indicativos de un problema cardíaco, especialmente en individuos que han permanecido inactivos durante un lapso considerable.”
4. Mantente hidratado y presta atención a las condiciones climáticas.
“La deshidratación y el sobrecalentamiento pueden representar una carga para el corazón, particularmente en los ancianos”, explica el Dr. Wamil. “Recuerda vestir en capas que puedas quitar mientras tu cuerpo se calienta, y asegúrate de beber agua regularmente, incluso si no sientes sed.”
5. Si tienes una enfermedad cardíaca conocida o estás expuesto a factores de riesgo, consulta a tu médico antes de comenzar nuevas actividades físicas exigentes.
“Las personas que padecen hipertensión, diabetes o que tienen antecedentes de enfermedades cardíacas deben consultar a un profesional de salud antes de embarcarse en actividades más intensas al aire libre”, advierte el Dr. Wamil, quien utiliza herramientas diagnósticas como la Resonancia Magnética Cardíaca (RMC) para identificar diversas enfermedades cardíacas. “Un plan personalizado puede asegurarte que te mantengas seguro y activo.”