El Delegados de la fiesta de Unidad Social Cristiana (Pusc), Melina Ajoy, Carlos Andrés Robles y Leslye Bojorges anunciaron el miércoles que han decidido no apoyar al candidato Verdiblanco Rodrigo Arias en la votación programada para el jueves 1 de mayo, donde se elegirá al nuevo Presidente del Congreso. Esta decisión ha generado un debate significativo en el ámbito político, ya que se considera un pronunciamiento importante de estos delegados que han representado su partido con responsabilidad y en unidad.
Las razones expuestas para tomar esta decisión no son de naturaleza personal. Los delegados han hecho hincapié en que su decisión no disminuye la trayectoria y la experiencia de Rodrigo Arias, a quien han expresado respeto y admiración. Sin embargo, argumentan que el país demanda un cambio urgente en el liderazgo del primer poder de la República. Después de tres años de contar con la misma figura al mando del Congreso, los delegados sienten que es el momento de explorar nuevas alternativas que puedan revitalizar la institución y ofrecer nuevas perspectivas frente a los desafíos actuales. Este cambio, según ellos, es crucial tanto para la salud democrática del país como para una reestructuración que permita una mejor representación de todos los sectores de la sociedad.
En línea con esta visión de renovación, también enfatizaron la importancia de que “más mujeres, nuevas generaciones y nuevas ideas tengan espacios en la toma de decisiones”. Este llamado a la inclusión subraya una necesidad urgente de diversificación dentro de las estructuras de poder, lo cual podría contribuir a una representación más equitativa de la población. La participación activa de diferentes voces no solo es deseable, sino esencial para fomentar políticas que responden efectivamente a las necesidades de la ciudadanía.
Los delegados afirmaron con firmeza: «Los legisladores no pueden tomar decisiones que le den la espalda a las personas. Escuchar a la gente no es un gesto, es una obligación democrática». Esta declaración pone de relieve la importancia del vínculo entre los representantes y los ciudadanos, sugiriendo que la desconexión entre ambos puede llevar a decisiones que no reflejan la voluntad del pueblo.
Por otro lado, existe un grupo de votos seguros que podría influir en el resultado de la votación. Vanessa Castro, quien se propone como la primera secretaria, junto a María Marta Carballo, Carlos Felipe García, Alejandro Pacheco y Horacio Alvarado, asumiría roles de liderazgo significativos en caso de que se dé una nueva composición del Congreso. La elección de Carlos Felipe García, Alejandro Pacheco y Horacio Alvarado para la vicepresidencia del Congreso también marca un cambio en la dinámica de poder actual. Estos nuevos nombramientos podrían indicar una dirección más inclusiva y representativa en las decisiones del Congreso.
Con la posible vicepresidencia de Castro, Rodrigo Arias se aseguraría las cinco voces de los delegados independientes, quienes habían condicionado su apoyo a la inclusión de una mujer en el cargo de vicepresidencia. Esta condición señala un giro en la forma en que se ha ido configurando el liderazgo dentro del Congreso, donde la equidad de género y la apertura a nuevas propuestas se están volviendo factores determinantes en la política actual.