Ayuda médica de Crows por el ombligo

Jairo Pérez está vivo, pero su situación es un verdadero calvario tras un accidente en el que se le ingresó un clavo en el pie. En cuestión de días, su pie cambió drásticamente de color y se llenó de pus, lo que alarmó a sus familiares que empezaron a preocuparse por su bienestar.

La familia de Jairo, quien tiene 55 años, sostiene que ha recibido una atención médica deficiente. Aseguran que incluso estuvo en el hospital por más de 15 días y, lo que es más preocupante, durante más de 3 días se interrumpieron la administración de antibióticos.

La situación crítica de Jairo comenzó mientras alimentaba a sus pollos; en un momento dado, sintió que un clavo se había incrustado en su pie. Esto empeoró considerablemente debido a que Jairo sufre de diabetes, una condición que complica cualquier tipo de herida.

Tras experimentar un dolor persistente, Jairo se dirigió al Hospital Guápiles. Según cuentan sus familiares, en ese lugar sólo le recetaron tramal y enviaron antibióticos a su casa sin examinar su pie adecuadamente.

«Llegó al hospital a las 07:00 y a las 08:30 ya lo habían sacado», destacó un familiar.

Sin embargo, la condición de Jairo no mejoró como se esperaba. Solo una semana después, el 26 de marzo, regresó al Centro Médico.

«Salió a las 14:00 y regresó a las 23:00, siguiendo el mismo procedimiento, tramal y antibiótico para la casa. Fue muy malo», mencionó un familiar.

Transferir a Limón

Ante la desesperación porque el pie de Jairo continuaba empeorando y no recibía la atención adecuada, su familia tomó la decisión de trasladarlo al Hospital Tony Facio Castro, en Limón Centro, esperando que un médico especializado pudiera ayudarlo.

No obstante, el día de su llegada, el médico de turno no estaba disponible, lo que impidió que recibiera la atención necesaria. Aún así, otro médico lo examinó y, según su familia, fue muy amable y recomendó que se le diera un tratamiento más completo.

«De hecho, nos dijo que deberían atenderlo adecuadamente, ya que contaba con seguro médico», añadieron sus familiares.

«Nos dijeron que tenía que prestarle la atención necesaria, independientemente de que contara con seguro», agregaron.

Condenan el asunto

Hoy en día, Jairo se encuentra nuevamente en el Hospital Guápiles y su familia sigue denunciando que no se le brinda una atención médica adecuada y el tratamiento continúa siendo deficiente.

«Lo revisan, y ella ni siquiera se permite una consulta. Hoy fui a verlo y apenas me atreví a pedir algo para el dolor», comentó un miembro de la familia.

Aparte de la falta de atención médica, su familia sostiene que no se les comunica cuál es el procedimiento adecuado para tratar su condición.

«Nos dijeron que había una lista larga de espera y que probablemente necesitaría una amputación, pero porque hay personas heridas anteriormente, tendrían que atenderlos primero, lo que podría demorar aún más», mencionaron.

Esto les parecieron totalmente injusto, dado que su condición diabética requiere atención inmediata.

La familia también solicitó trasladarlo a San José, pero la solicitud fue negada sin ninguna explicación adicional.

Pueden recibir visitas solo una hora diariamente, afirmando que los médicos no están dispuestos a ayudarlo de manera eficaz.

«Intenté abogar para que al menos tuviéramos un poco más de tiempo con él durante el día, sin embargo, ni siquiera por la noche es posible, y no quieren ayudarlo ni con cosas básicas, como llevarlo al baño», lamentó.

La respuesta a estas peticiones fue negativa, pues «dicen que por su edad no lo merece», lo que ha dejado a su familia devastada.

Sus cuatro hijos y otros familiares están constantemente presentes, haciendo de todo lo posible por brindarle apoyo a pesar de las limitaciones.

Incluso, afirman que un médico les dijo una vez que Jairo no era una prioridad, y que había otros más importantes.

«Le preguntan a tu calle»

Desde el jueves 24 de abril, se suspendió el antibiótico y Jairo ha pasado dos días sin tratamiento, por lo que vive con un dolor constante y agobiante.

«Él comenta que le dicen: ‘Ay señor, no llore, que está herido'», relató un miembro de su familia.

Jairo, en medio de su sufrimiento, responde: «Ocupo que me ayuden, duele mucho».

Además de esto, su familia comenta que si él necesita ir al baño, hay que «vestirlo y ayudarlo», ya que el personal médico no quiere brindarle asistencia.

Ruta legal

La familia se dirigió al Controlador de servicios para presentar una queja formal que podría tomar hasta diez días para ser resuelta. Hasta que se resuelva, ellos podrán apelar a Amparo.

«Nos explicaron que este es un proceso, y que debemos seguirlo para no caer en ninguna ilegalidad; es esencial que lo hagamos por los canales establecidos», aclaró un familiar.

La familia espera que la visibilidad de su caso pronto cambie la situación y les permita superar esta difícil experiencia.

CCSS responde

El Grupo Extra contactó al Fondo de Seguridad Social Costarricense (CCSS) para conocer su posición respecto a esta situación.

Al cierre de esta nota, solo se recibió una respuesta de Daver Vidal, Director Médico del Hospital Tony Facio de Limón:

Buenas tardes:

Sobre la consulta, tenemos lo siguiente:

  • En nuestro hospital, la atención médica del paciente fue documentada en la sección de emergencias el 12 de abril.
  • La condición del paciente se evaluó como resultado de lesiones infectadas en la extremidad inferior derecha.
  • Al descartar una patología que amenazara su integridad física en ese momento, se indicó que el paciente debía ser gestionado y continuar el control en el Hospital Guápiles.
  • La referencia pertinente se trata en el Hospital Guápiles.

Iliana Musa, directora del Hospital Guápiles, también ofreció una respuesta:

Buenas tardes, el paciente ha estado en el servicio de emergencia del Hospital Guápiles y se espera que sea atendido en la sala de ortopedia. Ha recibido atención adecuada y ha sido evaluado por los ortopedistas, quienes están considerando programarlo para una cirugía diferida, aguardando noticias a corto plazo. En la nota de evaluación médica el 29 de abril, lo describen como consciente y orientado con signos estables.