





Los recientes y violentos arrebatos del Volcán Poás han desencadenado un incremento significativo en la evaluación de riesgos, llevando a la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencia (CNE) a emitir una declaración de alerta roja en el Parque Nacional Volcán Poás este miércoles. Esta decisión se basa en el monitoreo activo de la actividad volcánica que, a su vez, ha elevado el nivel de riesgo en siete cantones adyacentes, lo cual resulta ser una medida sumamente necesaria ante la creciente amenaza.
Dentro de los cantones afectados, se incluyen Grecia y Sarchí, que han cambiado a una advertencia de nivel naranja, mientras que Río Cuarto, Zarcero, Naranjo, Poás y Alajuela han sido colocados en una situación de advertencia amarilla. Esta categorización es un claro indicador de que las condiciones en estas zonas se están volviendo más peligrosas, y es crucial para los residentes que permanezcan informados y preparados para cualquier eventualidad.
«El cambio en estas advertencias fue impulsado por el aumento notable de la actividad volcánica observado esta semana. Según informes de los volcanólogos, las explosiones alcanzaron una altura de aproximadamente 4,000 metros», comentó Walter Fonseca, director de gestión de riesgos de CNE.
«Los eventos eruptivos han generado una actividad significativa de cenizas y gases, lo que está afectando a varias comunidades cercanas», añadió Fonseca, enfatizando la seriedad de la situación actual.
Los pulsos de explosiones reportados tanto el lunes por la tarde como el miércoles por la mañana han generado ASVAL (alerta de ceniza volcánica) y han tenido repercusiones en comunidades como Cajón y San Luis de Grecia, así como en el barrio Pueblo Nueva en Zarcero. Estas erupciones han dejado a muchas familias inquietas y en estado de alerta, por lo que los responsables de la salud pública han instado a utilizar máscaras y pañales húmedos como medidas de protección para mitigar la posible irritación que los materiales volcánicos y los gases pueden causar en los ojos y el sistema respiratorio de las personas.
Una de las áreas más críticas en este momento es el distrito de Toro Amarillo, en Sarchí, donde se ha registrado la presencia de Lahars (flujos de lodo volcánico) en los ríos locales. Esto se ha vuelto una preocupación importante ya que la composición del agua se ha visto alterada por la actividad volcánica.
«Es extremadamente crucial hacer un llamado a la población a evitar el contacto con las aguas de estos ríos, así como no ingerirla», advirtió Fonseca, subrayando el riesgo potencial que esto representa.
Adicionalmente, el CNE ha indicado que los comités de emergencia a nivel municipal y local están activos en las zonas que se encuentran en alerta. Las acciones buscan coordinarlas junto con sectores clave, incluyendo salud, educación y agricultura, con la finalidad de responder eficazmente a esta crisis. La vigilancia continua del comportamiento del volcán es esencial, y se emitirán actualizaciones oficiales de manera oportuna a medida que se desarrolle la situación.
Recomendaciones de las autoridades
- Independientemente del nivel de alerta, es fundamental seguir una serie de recomendaciones que aplican a todas las circunstancias.
- Se debe prestar atención a la información oficial emitida por las entidades competentes, así como considerar el uso de máscaras o pañuelos húmedos para protegerse de los gases y olores que pueden emanar durante estos eventos.
- Es fundamental evitar cualquier exposición innecesaria, especialmente en relación a los ríos donde se hayan transportado cenizas, materiales volcánicos o agua contaminada.
- En caso de presentarse una emergencia, es vital contactar de inmediato a los servicios de emergencia al número 9-1-1.