El video muestra el estado del volcán Poás después de la erupción del lunes

Después de que se registrara una erupción en el volcán Poás el lunes por la tarde, los funcionarios de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) y del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) realizaron una nueva visita de seguimiento el día martes, para evaluar la situación en la zona afectada y sus alrededores. Este tipo de seguimiento es crítico para garantizar la seguridad de las comunidades cercanas y monitorear los efectos de la actividad volcánica.

Durante esta inspección, y siempre que las condiciones climáticas lo permitieran, las autoridades llevaron a cabo varias sobre-vuelos con drones en las zonas al norte y oeste del cráter activo. Gracias a la tecnología de los drones, se pudieron obtener imágenes detalladas de la actividad volcánica y el estado del terreno, lo que resulta fundamental para hacer una evaluación precisa de cualquier posible riesgo.

Las imágenes obtenidas muestran la gran cantidad de material volcánico que todavía está presente en el campo, un fenómeno que es preocupante debido a la erosión mínima observada resultante de la ausencia de lluvias significativas en la parte superior del volcán. La falta de agua ha permitido que este material se acumule, lo que puede ser peligroso en caso de que se produzcan lluvias intensas.

‘Es importante recordar que el río de drenaje y el río Agrio en la zona baja son más propensos a transportar estos materiales cuando ocurren lluvias significativas. Esto puede dar lugar a inundaciones repentinas y un arrastre peligroso de sedimentos”, explicó una portavoz de la CNE.

Volcán Poás. Foto: CNE.

Debido a su alta densidad, los materiales volcánicos pueden generar flujos con una capacidad de erosión considerable. Esto representa un riesgo para las poblaciones locales, especialmente en condiciones climáticas adversas.

Es por ello que se recomienda no ingresar a los flujos de ríos cuando se presentan inundaciones significativas, así como en tiempos de actividad volcánica normal, debido a la presencia de materiales que son altamente tóxicos y ácidos en estos canales. Es fundamental evitar el contacto directo con dichos materiales”, añadió el portavoz de la CNE.

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En este contexto, el Parque Nacional Volcán Poás se encuentra bajo una advertencia de naranja, lo que implica un cierre preventivo que limita el acceso del público debido a las condiciones de peligro que persisten en la zona. La seguridad de los visitantes es una prioridad y, por lo tanto, todas las actividades turísticas en el área se han suspendido hasta nuevo aviso.

Volcán Poás. Foto: CNE.

Por el momento, las autoridades instan a la población a permanecer en alerta y mantenerse informados a través de fuentes oficiales, así como a cumplir con todas las recomendaciones relacionadas con la influencia de gases volcánicos. Esta información es crucial para garantizar la seguridad de los habitantes en las áreas cercanas al volcán.

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Para los agricultores y el manejo de ganado, es fundamental seguir las indicaciones emitidas por el Ministerio de Agricultura y Ganadería para minimizar el impacto de la actividad volcánica en sus actividades cotidianas.

Volcán Poás. Foto: CNE.

Las autoridades continuarán con su monitoreo constante de la actividad volcánica, prestando especial atención a la posibilidad de nuevos eventos eructivos en el futuro cercano, ya que el volcán sigue siendo objeto de vigilancia debido a la inquietante actividad registrada.