En un reciente incidente que ha conmocionado a la comunidad, autoridades de la Fuerza Pública lograron asistir a una mujer indígena en las proximidades de Alto Pacuare en el cantón de Turrialba. La mujer había sufrido una grave herida en uno de sus brazos, resultado de un ataque relacionado con la violencia doméstica. Este acto de violencia resalta la preocupante situación que enfrentan muchas mujeres en el país, quienes a menudo son víctimas de abusos en sus propios hogares.
Erick Calderón, el Director Regional de la Fuerza Pública en Carthago, estuvo presente en el momento del rescate y brindó información crucial sobre la asistencia inicial que recibió la mujer. Los oficiales aplicaron primeros auxilios en el lugar, lo que incluyó la colocación de un torniquete sobre la herida para controlar el sangrado. Sin embargo, dada la naturaleza y gravedad del corte, se tomó la decisión de trasladarla a un centro de salud más adecuado para su tratamiento, asegurando que recibiera la atención médica necesaria lo antes posible.
El proceso de traslado fue complicado y desafiante. Inicialmente, la mujer fue llevada en un vehículo, pero considerando su estado crítico y la dificultad de movilidad, fue necesario colocarla en una hamaca improvisada, que actuó como una especie de transporte portátil. Tanto los oficiales como los vecinos se unieron en un esfuerzo conjunto para trasladarla por la montaña. Este viaje resultó ser arduo, ya que llevó aproximadamente dos horas, durante las cuales la comunidad se mostró unida y solidaria ante la situación de la mujer.
Una vez que finalmente llegaron a un punto accesible para la ambulancia, la Cruz Roja se encargó de estabilizarla y ponerla en condiciones para su posterior traslado a un centro médico cercano. Este tipo de incidentes subraya la importancia de la intervención rápida y efectiva en situaciones de emergencia, especialmente en casos de violencia doméstica, donde cada segundo cuenta y puede ser crucial para la salvaguarda de la vida de una persona afectada.
El evento pone de relieve no solamente los servicios de emergencia que operan en la región, sino también la necesidad urgente de abordar la violencia de género y el apoyo a las víctimas, quienes con frecuencia enfrentan barreras significativas para obtener la ayuda que necesitan.