El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) prevé una reconfiguración del mapa criminal en las rutas de la droga en el país, luego de recientes operativos que desmantelaron una organización de alto perfil.
Según Michael Soto Rojas, luego de la captura de los principales cabecillas, es común que otras bandas intenten ocupar el espacio dejado por el grupo desmantelado.
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«Cuando se desmantela una estructura criminal se genera un período de incertidumbre. Otros grupos intentan tomar el control de las rutas o establecer alianzas para mantener actividades ilícitas», explicó Soto.
Foto: Isaac Villalta
Las autoridades señalan que la atención de los narcotraficantes está centrada en las rutas del Caribe y del Pacífico, dos corredores clave para el traslado de cocaína hacia el norte del continente.
El OIJ ya analiza qué estructuras locales o regionales tienen el perfil para tomar el control de estas zonas, y prepara nuevos operativos preventivos para evitar una escalada de violencia.
Foto: OIJ.
Soto explicó que el escenario tras un desmantelamiento suele dividirse en dos caminos: alianzas entre grupos más pequeños para preservar el flujo criminal, o enfrentamientos violentos por el dominio territorial.
«Estamos dispuestos a actuar. Si necesitamos arrestar a más personas o abrir nuevos casos, lo haremos. Lo más importante es anticiparnos a la reorganización del crimen», afirmó. asegurar.