El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, confirmó que su teléfono móvil fue decomisado como parte de la investigación en su contra por presunta violación sexual, infección genital y violaciones a la dignidad.
Zúñiga aseguró que cooperó desde el inicio del proceso y que, aunque el dispositivo estaba apagado, lo entregó encendido para agilizar el trámite.
«Colaboré con la investigación desde el principio, cuando me confiscaron el teléfono móvil al final de la tarde del viernes, lo tenía apagado, pero lo entregué para agilizar el proceso», dijo.
El dirigente indicó que no interfirió en la investigación ni solicitó copia del expediente.
Agregó que según él el caso se había convertido en un ataque político y reiteró su inocencia bajo la presunción.
El Ministerio Público ha asegurado que tramita tres denuncias, de tres mujeres diferentes, contra el director del OIJ. La primera denuncia se presentó el viernes, mientras que la segunda y tercera denuncia se presentaron esta semana.



