
Renata, la perrita que fue rescatada días atrás durante un allanamiento a un búnker del Invu en Alajuela, aún da pasos importantes en su recuperación física y emocional.
Después de enfrentar un abandono extremo, abuso y una cirugía de emergencia para tratar una grave infección uterina, la pequeña comienza a experimentar hoy una vida muy diferente.
Su nueva etapa comenzó en una casa cuna, donde ahora vive en un ambiente seguro, acompañada y libre de todo lo que la aterrorizaba.
Según la asociación encargada de su cuidado, Renata comienza a relajarse, a comer con más tranquilidad y a redescubrir el cariño humano, proceso que avanza con paciencia y respeto a su ritmo.
Los cuidadores enfatizaron que, si bien todavía es tímida y cautelosa, sus ojos muestran signos de confianza, un gesto de esperanza para quienes han seguido su historia desde el rescate.
Un retiro para sanar cuerpo y corazón.
Descrito como un «refugio extraordinario», el pesebre se convirtió en el lugar donde Renata aprendió a sentirse segura nuevamente. Allí descansa, recibe alimentación adecuada y la acompañan con paciencia para ayudarla a superar el trauma vivido en el búnker.
Médicamente, Renata evoluciona favorablemente luego de una operación de piómetra realizada la semana pasada. En los próximos días tendrás que acudir a una cita de seguimiento en el Hospital Veterinario Santamaría, donde revisarán la evolución de la intervención y tu estado general.
La comunidad continúa ofreciendo apoyo.
Las personas que quieran contribuir con los gastos médicos y de recuperación de Renata pueden hacerlo a través de Sinpe Móvil 8932-0530, a nombre de la Asociación de Rescate y Adopción de Animales Zagua-TEX.
La organización agradece la respuesta de la comunidad y cada gesto de apoyo que acompañó el proceso de esta perrita cuyo nombre, «Renata», hoy parece más simbólico que nunca: renacer a lo más oscuro.



