SAN JOSÉ, 24 de septiembre (Elmundo.CR) – El cáncer es una enfermedad común en las mascotas que afecta a uno de cada cuatro perros y uno de cada cinco gatos. La detección temprana es crucial para mejorar las posibilidades de tratamiento y calidad de vida, según expertos de oncología veterinaria y Centro de Radiación (CORV).
Los síntomas iniciales suelen ser sutiles, por lo que la observación cuidadosa y los controles anuales son esenciales, especialmente en las mascotas durante siete años.
Algunas señales de advertencia a tener en cuenta son: bultos o masas persistentes, cambios en el peso o el apetito, hemorragias o secreciones anormales, lametérico o dolor constante a medida que se mueve, letargo o fatiga inusual, y cambios de comportamiento repentinos.
Algunas razas de perros con una mayor tendencia al cáncer son Golden Retriever, Labrador, Boxer, Poodle, Cocker Spaniel, Pastor alemán, Boyero de Bern, Rottweiler, Caniche, Dberman y Cocker Spaniel. En los gatos, los mestizos ocurren con más frecuencia, aunque los siameses, los persas, los himalías y los de piel transparente también son vulnerables.
Los tipos más comunes de cáncer en las mascotas incluyen linfomas, osteosarkoms, cultivos cutáneos, senos, tejidos orales y blandos. La exposición al sol, especialmente en los gatos, aumenta el riesgo de cultivos de la piel.
Los tratamientos más comunes son la cirugía oncológica, la quimioterapia y la radioterapia, este último ahora disponible en Costa Rica. También se ofrece cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida en etapas avanzadas.
La directora médica de Corv, la Dra. Manuela Mora, enfatiza que «el diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre una enfermedad controlable y una que progresa sin posibilidad de reacción».
Corv se destaca como el primer centro en América Central especializada en oncología veterinaria y radioterapia, y brinda atención integral del diagnóstico al tratamiento.
Los dueños de mascotas en Costa Rica ahora tienen acceso a atención médica especializada sin viajar al extranjero. La clave es la observación, la consulta temprana y el apoyo de la ciencia y el amor.