En medio de las protestas de funcionarios, familiares y adultos mayores, el vicepresidente de la República y la Ministra de Salud, Mary Munive, aparecieron en el hogar Fray Casiano, en Miramar de Puntarenas, con el fin de cerrar el centro donde viven 67 adultos mayores.
Según Munive, la mala infraestructura y las condiciones de salud forzaron el cierre del lugar, una orden emitida el 30 de junio. Sin embargo, explicó que «había tiempo para que los adultos mayores sanen la costra, no traigan costra a otros medios».
El funcionario agregó que el Centro ya no tendrá fondos estatales o tendrá permisos legales para continuar.
La administradora nacional, Sindy Coto, justificó que la orden de salud fuera apelada y que también hubo una apelación para AMPARO, que fue bienvenido por el Hall IV.
«Mi madre tiene un año y 4 meses aquí, y desde el primer día hasta el día de hoy no tuve problemas, no hay queja. Hoy están nerviosos, creo que todos, por todo lo que sucede», dice Yorleni Salguero, hija de un contenido doméstico.
