En respuesta al aumento de la tensión entre Israel e Irán y la creciente inestabilidad en el Medio Oriente, Estados Unidos fortaleció significativamente su presencia militar en la región y en Europa. El despliegue de los portaaviones del USS Gerald R. Ford, junto con el reposicionamiento de otras unidades de flota y aire importantes, demuestra un disuasorio de un pentágono a un posible conflicto regional desde una escala mayor. Con tres grupos de combate de aviones en áreas estratégicas, Washington quiere enviar un mensaje claro: está dispuesto a responder rápida y poderosamente a cualquier amenaza que comprometa a sus aliados o intereses.
Él Departamento de Defensa de los Estados Unidos Todavía expande su presencia militar en el Medio Oriente y Europa a medida que aumentan las tensiones con Irán y sus grupos aliados. El anuncio del próximo despliegue de los aviones del USS Gerald R. Ford en Europa, junto con el reciente reposicionamiento de los buques de guerra y los aviones de combate en puntos estratégicos, es una nueva fase de disuasión por el pentágono frente a un posible conflicto regional de mayor tamaño.
Según lo informado por Tiempos de IsraelEl USS Gerald R. Ford, el portaaviones más moderno y avanzado de la Marina de los Estados Unidos, se moverá de su base en Norfolk, Virginia, a Europa.
Mientras tanto, esta semana, el USS Nimitz de repente se volvió y erigió a Medio Oriente en un contexto de creciente tensión. Según Financial Times, el grupo de ataque del USS Nimitz, que contribuye a la capacidad de los portaaviones tres destructores con misiles guiados, irá a una región que ya alberga otro poder similar y numerosos destructores de la Marina de los Estados Unidos. Un funcionario del Departamento de Defensa de los Estados Unidos explicó que el tráfico duraría aproximadamente una semana.
Aunque la flota ha evitado discutir la misión específica, el cambio se interpreta como un paso preventivo para fortalecer la capacidad de reacción de los Estados Unidos a medida que aumenta el conflicto entre Israel e Irán. Con este movimiento, el Pentágono agrega una tercera opción de portaaviones en la región: el USS Dwight D. Eisenhower, actualmente en el Mar Arábigo, y el USS Theodore Roosevelt, que funciona en el Pacífico occidental.
Estados Unidos muestra su fuerza naval en la amenaza de una escalada entre Israel e Irán
Este reposicionamiento tiene como objetivo aumentar la flexibilidad operativa de los Estados Unidos en una etapa de múltiples amenazas. La presencia simultánea de tres grupos de lucha de transportistas permite el mando militar de los Estados Unidos cubrir diferentes frentes potenciales, desde el Mediterráneo oriental hasta el Golfo Pérsico y el Mar Rojo, antes de una posible intervención directa iraní o por sus grupos aliados, como Hezbolá en el Líbano o los Hutis en Yemen.
Paralelo, Prensa asociada Explicó que Washington ha llevado a cabo una serie de desplazamientos estratégicos desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamas en octubre. Algunas de las medidas más notorias están enviando aviones F-15 y F-16 adicionales, así como un bombardero B-1B al Reino Unido. Además, los combatientes furtivos F-35 se desplegaron en ubicaciones no especificadas en el Medio Oriente. Todos estos movimientos están diseñados para fortalecer la capacidad de defensa de aliados importantes como Israel, Jordania y Arabia Saudita, y para mantener nuestro aire en el caso de una escalada.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, también ordenó a los barcos con misiles guiados, incluidos el USS Carney y el USS Laboon, al Mar Rojo y el Mediterráneo. Estos barcos jugaron un papel clave en la intercepción de misiles y drones lanzados por los Hutis Rebels en Yemen, que atacaron rutas marítimas comerciales en apoyo del caso palestino. El Pentágono ha reconocido que sus poderes han interceptado docenas de estas amenazas aéreas desde octubre, lo que subraya el papel cada vez más activo en los Estados Unidos en la defensa de Maritime y sus aliados locales.
Otro elemento crítico en el escenario actual es la defensa de las bases militares estadounidenses en Irak y Siria. Desde octubre, estas bases han sido el objetivo de más de 150 ataques con cohetes y drones por la milicia apoyada por Irán. En respuesta, Estados Unidos realizó bombardeos selectivos contra las posiciones de estas milicias en Siria y fortaleció la protección de sus instalaciones militares con sistemas adicionales de defensa aérea.
La presencia reforzada de los Estados Unidos también tenía una dimensión diplomática. Altos controles del Departamento de Defensa y el Departamento de Estado mantuvieron regularmente reuniones con líderes israelíes, sauditas y emiratíes, e intentan evitar una estafa regional más amplia. Sin embargo, la acción militar indica que Washington no excluye la intervención directa si cruzan ciertas líneas rojas.
Infobae -surce con información AP
