Un estado de justicia condena una broma democrática debido a un ataque contra el poder judicial – Cr Noticias

El quinto informe sobre los casos judiciales 2025 advierte que el poder judicial enfrenta la ola sin precedentes de ataques políticos y penales que ponen en peligro la calidad democrática y la independencia de los tribunales.

Según el documento, la parroquia proviene principalmente de las organizaciones ejecutivas y penales y deteriora la percepción de la evidencia pública e internacional del estado de derecho en el país.

El informe enfatiza que desde 2023, Rodrigo Chaves Rodrigo Chaves, el presidente Rodrigo Chaves, ha emprendido deliberadamente el poder judicial contra el poder judicial, sus órganos y algunos personajes clave, que acusa de trabajar en una alianza con otro poder y la acción del gobierno opuesta.

Esta política se ha caracterizado por el gran uso del presidente del «poder de Megafone», es decir, la capacidad de distribuir discursos críticos y progresivos en conferencias de noticias y eventos públicos, con el nivel que aumenta cuando el Tribunal de Justicia está en un tema delicado para la Comisión, como la Comisión.

El presidente Chaves ha cuestionado públicamente al poder judicial, acusó a la oficina del Ministro de Justicia y al Tribunal Supremo de ser «tribunales» y han sido arbitrarias y deficientes.

En mayo de 2025, el Presidente de la Corte Suprema, Orlando Aguirre Gómez, rechazó estas acusaciones calificando para ellos como irracionales y peligrosos para el equilibrio democrático y advirtiendo que rechazan la confianza de los ciudadanos y abren su camino a las tareas documentales que son incompatibles con una democracia rica.

El documento indica que esta colisión entre el Secretario -General y los Tribunales es similar a la dinámica en países con una regresión democrática, donde el sistema judicial es uno de los principales objetivos de los líderes autónomos para debilitar la legitimidad de las instituciones y evitar su defensa con la ciudadanía.

Ataque criminal sin precedentes

Junto con el insulto político, el poder judicial ha sufrido una agresión física inédita en la historia democrática del país.

Entre 2022 y 2025, se registraron ataques contra instalaciones judiciales y funcionarios, incluido el asesinato de la subordinación regional del Instituto de Investigación Judicial (OIJ) en Guágiles, ataques de armas pesadas contra las oficinas de Batán y Pococi,

Estas acciones penales han consumido la agencia para asignar remedios adicionales para la seguridad de sus empleados y la sede y crear un entorno para la hostilidad de que el informe se considera una desviación histórica y una seria amenaza para la independencia de la estabilidad judicial y democrática.

El informe advierte que la perseverancia, la fuerza y ​​la diversidad de estos ataques no es un ejemplo como el establecimiento de la democracia liberal en Costa Rica.

Esta situación ha causado la evidencia internacional importante del estado de derecho y la calidad democrática, aunque Costa Rica todavía se encuentra entre los países con mejores niveles en América Latina.

El presidente Rodrigo Chaves participó contra el Fiscal General Carlo Díaz, 18 de marzo. (Foto: The Observer)

Críticas oficiales del presidente Chaves

Como historia de ataques políticos, la escalada tiene una crítica constante de las críticas del presidente Chave contra el poder judicial, y en particular contra el Ministro de Justicia y la Corte Suprema.

Inicialmente, Chaves mostró apoyo al fiscal general de Carlo Díaz, pero la relación empeoró cuando la oficina del fiscal continuó en casos penales contra el presidente y sus colegas.

Desde 2023, el presidente ha preguntado abiertamente sobre la independencia e imparcialidad del poder judicial, ha contribuido a la manifestación contra los funcionarios de la corte y ha utilizado su espacio público para transferir jueces y fiscales y los acusó de corrupción y arbitraria sin proporcionar pruebas.

Estas colisiones obtuvieron problemas importantes con las elecciones presidenciales contra la oficina del fiscal y los discursos llamados «ciudadanos de alerta» para cambiar el sistema de justicia.