El pasado viernes 9 de mayo, un episodio significativo tuvo lugar en Curridabat, donde el ex presidente de la República, Rafael Ángel Calderón, se convirtió en el foco de atención tras recibir la vacuna contra la influenza. Este evento no solo implicó a Calderón, sino también a su esposa, Gloria Bejarano. La situación rápidamente se tornó polémica a medida que las alegaciones en su contra empezaron a circular a través de las redes sociales.
Según un grupo de testigos y el personal médico presente, el ex presidente fue acusado de recibir un tratamiento preferencial, lo cual dio lugar a una serie de críticas en línea. La familia Bejarano-Calderón desmintió tales acusaciones, calificándolas de «hechos forjados, ridículos y atacados.» Esta situación generó un ambiente hostil en el que asombrosamente se cuestionó la integridad del ex líder.
Apretando a su dama exterior ira
Tanto Calderón como Bejarano manifestaron que detrás de la campaña en su contra estaban los defensores del actual gobierno, lo que incrementó la tensión en el clima político del país. Ambos decidieron confrontar las acusaciones y compartir su versión de los hechos. Bejarano mencionó que inicialmente pensó en mantenerse al margen y no hacer declaraciones sobre lo que considera una difamación en línea, como ha hecho en ocasiones anteriores. Sin embargo, sintió que era hora de no dejar que las plataformas digitales se convirtieran en un espacio donde se permitieran comentarios malintencionados sin consecuencias.
“Es inaceptable que se utilicen estas plataformas para propagar el odio y la desinformación, donde individuos anónimos se sienten cómodos atacando la reputación de otros sin temor a repercusiones legales”, declaró Bejarano en sus redes sociales. Ella considera que este tipo de publicaciones han creado un ambiente en el que cualquier persona se siente con derecho a difundir mentiras sobre la vida de los demás.
¿Qué le pasó a Ebais, según la pareja?
Bejarano narró que ella y el ex presidente llegaron a las 11 de la mañana a la estación médica de Ebais, en Curridabat, para vacunarse. A su llegada, observaron aproximadamente 30 personas esperando bajo el sol ardiente, en la entrada de la instalación médica. Después de un tiempo de espera, el ex presidente fue finalmente atendido. Sin embargo, sintió un malestar posterior a la vacunación, lo que provocó que su esposa solicitara urgentemente la intervención de un médico.
Bejarano indicó que el personal de Ebais, muchos de los cuales han colaborado previamente con el ex presidente, están dispuestos a testificar sobre cómo se desarrollaron realmente los eventos, desmintiendo así las versiones malintencionadas que han circulado. La pareja ha enfrentado una ola de comentarios insultantes en las redes sociales, orquestados por lo que ella describe como «trolls» que han golpeado de manera vil y grosera.
«Todavía es vergonzoso»
Bejarano continuó: «En las redes, una persona no identificada se ha tomado la libertad de inventar su propia narrativa sobre lo sucedido. Esta versión distorsionada está llena de falsedades y momentos que jamás ocurrieron, los cuales pueden ser desmentidos por los empleados de Ebais y los presentes”.
La finalidad de tal narrativa parece ser la creación de un ambiente negativo en las redes sociales, saturado de críticas injustificadas y enfado. A lo largo de su declaración, Bejarano enfatizó que es lamentable que ciertos individuos utilicen un contexto de emergencia para difundir insatisfacción y tristeza, especialmente hacia un adulto mayor que ya está lidiando con problemas de salud. “Esto refleja una falta de respeto hacia la dignidad humana”, concluyó.