El Instituto Nacional Meteorológico (IMN) ha emitido un aviso en relación con la llegada de la primera ola tropical de 2025 al territorio nacional. Según la información más reciente proporcionada por esta institución, se espera que este fenómeno meteorológico se presente de manera específica entre este lunes o martes, lo que podría resultar en un incremento significativo de las lluvias en diversas regiones de Costa Rica.
En los días recientes, numerosas áreas del país han experimentado lluvias considerables que han dado lugar a inundaciones en diferentes partes del territorio. Estas precipitaciones no solo han afectado la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que también han alterado el funcionamiento normal de los servicios públicos en algunas comunidades.
Las regiones más impactadas por este clima adverso incluyen:
- Al oeste del valle central, donde las lluvias han sido más intensas.
- Las Montañas del Océano Central, específicamente en Stil, donde se ha reportado un aumento en el caudal de los ríos.
- La zona norte, que ha visto un incremento en la actividad de los deslaves.
- Al oeste de las islas del Caribe del Norte, donde se han emitido alertas por posibles tormentas.
- La Cordillera de Tilarán, conocida por su belleza natural, pero que ahora enfrenta desafíos debido a las condiciones climáticas.
- El entorno de la ola de Nicoya, que también se encuentra bajo vigilancia debido al aumento en las lluvias.
En vista de esta situación y el potencial impacto que podría tener la ola tropical, la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) ha tomado medidas proactivas y ha emitido una serie de recomendaciones que son cruciales para la seguridad de la población. Es fundamental que los ciudadanos presten atención a estas advertencias para evitar situaciones de riesgo. Entre las recomendaciones emitidas se destacan:
- Estar siempre advertido y mantenerse informado sobre las actualizaciones meteorológicas.
- No bajar la guardia, ya que las condiciones pueden cambiar rápidamente.
- Evitar la circulación por ríos o áreas inundadas, ya que esto puede ser extremadamente peligroso.
- Retirarse de los lugares donde existe la posibilidad de deslizamientos de tierra, especialmente en áreas montañosas o con suelos inestables.
La vigilancia constante y el cumplimiento de las recomendaciones son vitales para garantizar la seguridad tanto de individuos como de comunidades enteras. La población debe seguir de cerca las indicaciones de las autoridades locales y meteorológicas, así como estar atenta a cualquier cambio en las condiciones climáticas. La colaboración de todos es clave para mitigar los riesgos asociados con este fenómeno meteorológico.