
Desde el 27 de marzo, cuando se inició la operación de tolerancia cero a través de las diversas fuerzas policiales, se han logrado incautar aproximadamente 66 mil dosis de diferentes tipos de drogas, según las estadísticas que ofrece la Dirección de Inteligencia y Análisis Criminal (DIAC). Esta cifra refleja un esfuerzo notable por parte de las autoridades para combatir el tráfico de drogas en diversas comunidades, que a menudo enfrentan problemas de violencia relacionada con este crimen.
Entre las drogas confiscadas, sobresalen la cocaína, la marihuana, el crack y diversas sustancias sintéticas. Además, se ha logrado la incautación de más de 15 millones de colones, dinero que comúnmente proviene de las actividades de venta de estas drogas en áreas problemáticas. Este tipo de operaciones no solo busca detener el flujo de drogas hacia las comunidades, sino también neutralizar la economía que sostiene a estos traficantes.
Las operaciones de inteligencia se llevan a cabo en puntos previamente establecidos que se consideran de interés para la policía. Muchos de estos lugares son ubicaciones específicas en los vecindarios ubicados al sur de la capital, aunque también se han ampliado a cantones como Homeless, Curridabat, Montes de Oca y otras áreas vulnerables. Estas acciones son parte de un esfuerzo coordinado para abarcar una mayor extensión y reducir el impacto del narcotráfico en una mayor cantidad de comunidades.
Sin embargo, las autoridades policiales han enfrentado una creciente complejidad en su trabajo. Los traficantes de drogas han implementado más obstáculos para evitar la intervención de la policía, estableciendo barreras que complican las operaciones. Se han encontrado elementos como puertas reforzadas, muebles desechados, colchones, y cenizas de objetos que se utilizan para dificultar el acceso a los búnkeres donde se realiza el comercio de drogas. Esta situación ha demostrado que los traficantes no solo son organizados, sino que también están dispuestos a tomar medidas extremas para proteger sus territorios.
El Ministerio de Seguridad ha enfatizado que, a pesar de estas dificultades, la policía está decidida a realizar su labor y a intervenir en los puntos de venta de estos grupos, con el objetivo de desmantelarlos donde más les duele. La estrategia busca eliminar tanto las dosis de drogas como el efectivo que generan.
En el transcurso de estas operaciones, se han llevado a cabo varios arrestos. Hasta el momento, se ha detenido a 104 personas, 37 de las cuales tenían órdenes de arresto activas relacionadas con crímenes graves, incluyendo delitos contra la vida, la propiedad, la violación de la ley psicotrópica y la ley de armas y explosivos.
En el ámbito de las armas, las fuerzas policiales han logrado incautar 52 armas de fuego, 34 armas menos letales y 117 armas blancas, así como más de mil municiones de diversos calibres encontradas en las calles durante estas operaciones. Estos logros son relevantes no solo para combatir el tráfico de drogas, sino también para reducir la violencia armada en las comunidades afectadas.
Se han confiscado también 82 motocicletas y 12 vehículos, algunos de los cuales fueron requisados por violaciones a la legislación de tránsito, mientras que otros se relacionan con denuncias por robo. Estas acciones son necesarias para asegurar que se respete la ley y se mantenga el orden en las calles, lo que contribuye a la seguridad general de la población.
La policía se compromete a continuar con estas acciones de manera sostenida en las áreas afectadas, con el fin de prevenir crímenes tanto contra la propiedad como contra la vida, así como el tráfico y la venta de drogas, para restaurar la paz y la seguridad en las comunidades.