El pasado martes por la tarde, la Marina de El Salvador logró interceptar un barco que portaba una bandera de Costa Rica, el cual supuestamente estaba involucrado en el transporte de una cantidad significativa de cocaína, calculada en una tonelada. Esta impactante operación fue anunciada públicamente por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, a través de sus cuentas oficiales en redes sociales.
Durante su declaración, Bukele mencionó que la operación tuvo lugar a una considerable distancia, específicamente a 570 millas náuticas, equivalentes a aproximadamente 1,055 kilómetros al suroeste de Bocana El Cordoncillo, en el área conocida como el Estero de Jalspeque. Este tipo de intervenciones son parte de los esfuerzos significativos que El Salvador ha estado realizando para combatir el narcotráfico en sus aguas territoriales y en la región en general.
En el interior del barco interceptado, las autoridades encontraron nada menos que una tonelada de cocaína, cuyo valor se estima en un asombroso total de $25.6 millones. Además de la droga, la operación resultó en la captura de cuatro presuntos traficantes de drogas, todos ellos de nacionalidad costarricense. La detención de estos individuos representa un paso importante en la lucha contra el tráfico de drogas en la región, y las autoridades están en proceso de investigar más sobre sus operaciones y conexiones criminales.
El presidente Bukele destacó que con esta reciente captura, El Salvador ha logrado incautar un total de 28.2 toneladas de drogas en los últimos años, lo que ha generado un valor total aproximado de $706.8 millones. Esto resalta no solo el compromiso del gobierno salvadoreño en la lucha contra el narcotráfico, sino también la magnitud del problema que enfrenta la región centroamericana.
Hasta ahora, se desconoce la identidad de los cuatro individuos capturados, y las autoridades locales no han proporcionado más detalles sobre el caso en este momento. La captura tiene implicaciones significativas, no solo para la seguridad interna de El Salvador, sino también para el panorama del narcotráfico en Centroamérica, un problema que afecta a muchos países de la región.
Las imágenes compartidas por el presidente Bukele muestran que los detenidos estaban armados, lo que añade una capa adicional de complejidad a la situación. A pesar de la notable interceptación, las autoridades nacionales aún no se han pronunciado ampliamente sobre las implicaciones de este operativo, dejando a la población en expectativa de más información. Con estas acciones, El Salvador reafirma su determinación en el combate al crimen organizado y al narcotráfico, el cual sigue siendo un desafío persistente en la región centroamericana.