Nueva erupción de hasta 500 metros de altura.

El observatorio volcanológico y sismológico de Costa Rica, conocido como Ovsicori-ona, ha emitido un informe detallado sobre la actividad reciente del Volcán Poás. Este informe destaca que el volcán registró un nuevo estallido en la mañana del martes 6 de mayo, lo que ha generado preocupación entre las autoridades y la población cercana a la zona.

El evento tuvo lugar a las 04:20 horas, y fue observado cuidadosamente por los equipos de expertos que monitorean constantemente el comportamiento del volcán. Estos profesionales utilizan diversas tecnologías para garantizar que se reporten de inmediato cualquier cambio significativo en la actividad sísmica o eruptiva del Poás.

Según las observaciones realizadas, la pluma eruptiva logró alcanzar una altura aproximada de 500 metros sobre la caja, lo que es una señal de la energía que está liberando el volcán. Esta altura de la pluma indica que la actividad volcánica es notable y requiere atención continua por parte de los expertos, quienes están pendientes de cualquier otro cambio que se pueda producir en los próximos días.

En su comunicado, el Ovsicori enfatiza que el volcán envía cenizas de forma semi-prudente, lo cual indica que, aunque continúa con su actividad eruptiva, las cantidades de ceniza liberadas son menores en comparación con las semanas pasadas. Esta disminución es un indicio positivo, aunque las autoridades permanecen en alerta ante la posibilidad de que la situación pueda cambiar en cualquier momento.

Fuera de la actividad eruptiva visible, hacen hincapié en que la bombilla se observa en la boca por la quema de azufre, lo que es un fenómeno habitual en volcanes activos. Esta quema de azufre puede estar relacionada con procesos geotérmicos internos que afectan al volcán y son indicativos de su salud general.

Además, el volcán continúa registrando una actividad sísmica significativa, lo que sugiere que se están produciendo movimientos en el interior de la tierra que podrían estar relacionados con la presión acumulada en la cámara magmática del volcán. Hacen hincapié en que el flujo de dióxido de azufre sigue siendo alto, lo que es otro signo de la inminente actividad volcánica. Este gas es un claro indicador de que hay un suministro constante de magma que está presionando hacia la superficie.

La distorsión en la inflación también indica que la tierra alrededor del volcán está experimentando cambios. Esto puede deberse a procesos de intrusión magmática o a una serie de otras dinámicas geológicas. En resumen, la situación del Volcán Poás se mantiene bajo vigilancia constante, y las autoridades animan a la población a estar informada y prepararse ante cualquier eventualidad.