Los médicos advierten que la presa es la ‘nueva epidemia’ en el país

El Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica ha lanzado una importante advertencia relacionada con Cómo la iluminación de la carretera dejó de ser solo un problema de movilidad, revelando que se ha convertido en una «Nueva epidemia» que está afectando de manera significativa la salud pública.


Junto con la Asociación Costa Rica de Psiquiatría, han analizado los efectos alarmantes y crecientes del tráfico en la salud física, mental y cardiovascular de la población. Esta colaboración resalta la urgencia de abordar esta problemática de tráfico, que va más allá de un simple inconveniente logístico y se ha convertido en una crisis de salud.

‘Sin lugar a dudas, todos los costarricenses viven en este momento una nueva epidemia. Esta es la cantidad de vida que perdemos en cada momento que estamos atrapados en las presas‘, declara el Dr. Elliott Garita Jiménez, quien preside la especialidad en cirugía universitaria y cardiovascular.

El Dr. Garita aborda cómo la frustración y la ansiedad elevadas durante el tráfico provocan una liberación constante de adrenalina. Esta reacción no solo genera un malestar emocional, sino que también produce un aumento de la presión arterial y un incremento en la frecuencia cardíaca, afectando negativamente la eficacia de los tratamientos médicos que muchos pacientes están recibiendo.


Además, las prolongadas horas pasadas en los vehículos contribuyen a una serie de problemas físicos que van desde calambres, dolor de espalda y cuello, hasta fatiga ocular e incluso lesiones neurológicas. Esta información fue compartida por el Dr. Manrique Sandí Arias, un especialista en medicina ocupacional que enfatiza la gravedad de esta situación.


Desde el ámbito emocional, la gravedad de la situación es igualmente preocupante. Para el psiquiatra Francisco Golcher Valverde, quien ocupa la presidencia de la Asociación de Psiquiatría, las presas alteran los comportamientos cotidianos, lo que puede ser perjudicial para la salud mental de los individuos expuestos a este estrés diario.

‘En la vida diaria que conlleva las presas, la preocupación por llegar tarde y la frustración por la inmovilidad desatan la ira y el desasosiego. Algunas personas reaccionan de manera desmesurada, gritando e insultando a otros conductores para hacerse camino.’


¿Qué recomendaciones ofrecen los especialistas respecto a esta alarmante situación?

  • Escuchar música relajante en el camino puede ayudar a disminuir la tensión durante las presas.
  • Las personas con hipertensión deben asegurarse de no olvidar sus medicamentos y de realizar controles regulares de su presión arterial, incluso si están en tratamiento.
  • Al llegar a su destino, es recomendable que los ocupantes del vehículo dediquen un momento a estirarse y a respirar profundamente para aliviar la tensión acumulada.

Sentarse durante largos períodos, una postura incorrecta y la vibración constante son factores clave que contribuyen a las lesiones‘, explicó el Dr. Sandí Arias.

Fotografía con fines ilustrativos. Foto: Randall Sandoval.

Una vez dentro del vehículo, se sugieren las siguientes recomendaciones:

  • Ajustar el asiento hacia adelante hasta que pueda presionar los pedales sin dificultad, asegurando que su postura sea cómoda.
  • Modificar la altura del asiento para tener una visión clara, no solo del camino, sino también de los instrumentos del vehículo, evitando cualquier obstáculo en su línea de visión.
  • Verificar que la altura del asiento coloque las caderas en línea o ligeramente más altas que las rodillas; un ajuste excesivo en altura puede aumentar el riesgo de lesiones durante un impacto.
  • Colocar el respaldo del asiento en un ángulo de aproximadamente 100 grados para optimizar el confort y la seguridad.