Cómo proteger su basura volcánica

Si resides en las proximidades del volcán Poás y tienes mascotas, esta información resulta crucial para ti. Recientemente, la escuela para médicos veterinarios ha publicado una serie de recomendaciones dirigidas a los dueños de animales, con el propósito de ofrecer estrategias para proteger a sus queridas mascotas de los efectos nocivos de las cenizas volcánicas.

«La exposición a las cenizas volcánicas representa un riesgo significativo para la salud de los animales, ya sean estos domésticos o de producción. Esta ceniza es abrasiva y puede ser inhalada o ingerida fácilmente, ocasionando una variedad de problemas de salud», menciona Silvia Coto, presidenta de la universidad.

Con base en esta preocupante realidad, los expertos sugieren seguir estrictamente las siguientes medidas:

  • Como primer paso, es fundamental resguardar a su mascota en lugares seguros que sean fácilmente evacuables.
  • Presta atención a los signos de envenenamiento o estrés en tu mascota, tales como zumbido, vómitos o temblores, y busca atención veterinaria de inmediato si se presentan estos síntomas.
  • Es aconsejable limpiar las fosas nasales, los ojos, la boca y las patas de los animales diariamente. Si observas una congestión evidente de ceniza, es importante bañar a tu mascota.
  • Protege el agua y los alimentos de las cenizas para evitar la contaminación.
  • Prepara con anticipación un paquete de emergencia que incluya comida, agua, medicamentos, el historial médico de tu mascota, su correa y, si es posible, sus mantas o juguetes favoritos para que se sienta más segura.
  • En caso de una evacuación, no ates a tu mascota. Deben viajar contigo y con tu familia para garantizar su bienestar.
  • Identifica a tus mascotas mediante microchips o collares con información de contacto, lo que facilitará su recuperación si se pierden o si necesitan ser evacuadas.
  • Investiga previamente sobre refugios que acepten animales, de modo que puedas acudir a un lugar seguro en caso de emergencia.

Es importante destacar que el impacto del volcán puede poner en grave riesgo la salud de las mascotas. La inhalación de cenizas puede provocar irritación en las vías respiratorias, desencadenando tos, estornudos, problemas respiratorios y, en casos más severos, ataques de asma.

Asimismo, estas cenizas pueden causar irritación en la piel y los ojos, ocasionando picazón, enrojecimiento, lesiones cutáneas y conjuntivitis. Las partículas abrasivas pueden dañar el tejido blando de las membranas mucosas, aumentando el malestar de los animales expuestos.

Por otro lado, si los animales ingieren alimentos o agua contaminados con cenizas, pueden sufrir enteritis, lesiones en la boca y problemas digestivos severos. También es vital mencionar que la presencia de flúor en las cenizas supone un riesgo adicional, ya que puede provocar daños en los dientes y huesos, especialmente en animales jóvenes o aquellos que tienen la costumbre de forrajear directamente del suelo.

“En situaciones como esta, es imperativo que los propietarios comprendan que proteger a los animales es una responsabilidad ineludible. Los animales, ya sean de compañía o de producción, dependen completamente de nosotros para mantenerlos a salvo. Es crucial que actuemos con rapidez, ya que la influencia del volcán, aunque silenciosa, puede resultar extremadamente perjudicial. Cada acción que tomemos en estos momentos cuenta”, añadió Coto.