
Recientemente, las autoridades antidrogas han hecho un descubrimiento impactante al detectar una hamaca que escondió más de 5 kilogramos de cocaína. Este hallazgo se produjo en el contexto de un esfuerzo por controlar el tráfico de drogas, dado que la carga sospechosa podría salir del país hacia Canadá. Este caso subraya la creciente preocupación sobre las redes de narcotráfico que utilizan métodos ingeniosos para ocultar sustancias ilegales en envíos aéreos e internacionales.
La función crucial en la detección de esta carga ilegal fue desempeñada por un perro especializado de la unidad canina de la Policía de Control de Drogas (PCD). Gracias a su extraordinario sentido del olfato, estas unidades caninas son una herramienta invaluable para las autoridades, ya que logran identificar de manera efectiva sustancias ilícitas que podrían haber pasado desapercibidas para los inspectores humanos. De esta forma, la carga, camuflada en la estructura de la madera, fue interceptada antes de que pudiera continuar su trayecto hacia su destino final.
El alerta inicial sobre el potencial envío sospechoso fue emitido por una compañía dedicada al transporte de mensajes internacionales. Durante una inspección de rutina, lograron identificar irregularidades en forma del artículo que levantaron sospechas sobre su contenido y procedencia. Este tipo de colaboraciones entre el sector privado y las autoridades son fundamentales para frenar el tráfico de estupefacientes.
Tras la información proporcionada, el personal de la PCD recibió una descripción general más detallada de la hamaca y la situación que rodeaba el envío. Esto llevó a la activación del protocolo de inspección, en donde el perro entrenado para detectar drogas confirmó la presencia de la sustancia ilegal. Los oficiales, alertados por la reacción del can, decidieron examinar la hamaca con cuidado y verificar el contenido oculto en las bases de madera.