Las autoridades de Costa Rica y Panamá están actualmente investigando un inusitado caso de presunto lavado de dinero y evasión fiscal. Este caso se basa en la estructura financiera de un banco TICO que tiene una subsidiaria en el Centro Banco Panameño. Según lo que ha informado el periódico La Estrella de Panamá, se han movido más de $100 millones sin el adecuado cuidado y seguimiento, lo cual ha llamado la atención de las autoridades de ambos países.
Interés de la prensa panameña en el caso BCT
Desde el mes de enero de 2023, la Oficina del Fiscal de Costa Rica había solicitado el caso con el archivo 22-000070-0621-PE, que está bajo la supervisión de la Oficina del Fiscal Adjunto, encargada de los temas de economía, impuestos, aduanas y propiedad intelectual. Esta solicitud surgió a raíz de una queja presentada contra la empresa Benchmark Costa Rica, que ha estado en el centro de la controversia.
Hasta el momento, se ha sabido que Leonel Baruch ha tenido la valentía de denunciar tres jerarquías dentro del Ministerio de Finanzas por abuso de autoridad, difusión de información engañosa y la suplantación de identidades en páginas web. La investigación comenzó como un caso de evasión fiscal que involucra al Ministerio de Finanzas, donde se ha detectado un monto superior a $10 millones, atribuible a una red internacional de empresas registradas no solo en Costa Rica, sino también en Panamá. La estrella de Panamá.
Sin embargo, los hallazgos de las investigaciones realizadas hasta la fecha sugieren que esta red de sociedades es parte de un grupo más amplio. Este grupo, según se ha determinado, es en realidad el propietario final del banco que ha conductado todas las transferencias en cuestión en ambos países. Los informes de las autoridades encargadas de investigar delitos de lavado de dinero han logrado identificar múltiples transferencias significativas entre diversas cuentas y empresas vinculadas, señalando que muchas de estas transferencias se realizaron sin una justificación clara, según indica el informe.
Además, se ha informado que el origen de esta investigación se retrotrae a cuando se presentó una queja contra un empresario costarricense, quien es considerado el verdadero propietario de las sociedades en cuestión, incluyendo la implicada en el caso del banco. En un periodo comprendido entre marzo de 2023 y diciembre de 2024, todas las transacciones sospechosas vinculadas al lavado de dinero entre cuentas del banco con operaciones en Panamá fueron realizadas.
Las autoridades competentes tienen fuertes motivos para sospechar que el patrón de transacciones dentro de estas cuentas bancarias de la red de sociedades también refuerza la posibilidad de un delito de fraude fiscal internacional. Los informes destacan que estas transacciones, que involucran millones de dólares, junto con la ausencia de documentación que acredite el origen de los fondos, genera serias dudas sobre la legitimidad de las actividades asociadas al caso, tal como se remarcó en uno de los informes enviados al Ministerio Público de Panamá.
El guardián ha solicitado a las autoridades pertinentes que se lleven a cabo las investigaciones necesarias para clarificar cómo se está manejando el caso legalmente en Costa Rica. Aunque la noticia proviene de un medio digital en Panamá, La Estrella subraya que el asunto es de suma importancia y está en curso de desarrollo.