En un esfuerzo por controlar la creciente violencia y la criminalidad en la región, la operación de tolerancia 0 se implementó como una medida de emergencia que finalizó en un marco de diez días. Durante este período, se realizaron diversas acciones en las que se confiscaron armas, se detuvieron a delincuentes, y se capturaron grandes cantidades de dinero y drogas. Trágicamente, esta serie de medidas en ocasiones también desencadenó el encarcelamiento de refugiados que se hallaban en la línea de fuego, sin culpa en los crímenes que se llevaron a cabo en sus comunidades.
El Ministerio de Seguridad Pública ha proporcionado un balance detallado de las acciones ejecutadas hasta la fecha, poniendo de relieve los logros y resultados obtenidos en esta intensa campaña de intervención.
- Se ha determinado una caída significativa en el comercio ilegal, estimada en ¢ 117 millones, que incluye ¢ 10 millones en efectivo y aproximadamente ¢ 107 millones en drogas confiscadas.
- La operación culminó con la captura de 42 individuos, considerados como refugiados, en un movimiento que ha suscitado diversas opiniones en la comunidad sobre la pertinencia de estas detenciones.
- Se logró la incautación de aproximadamente 27 mil dosis de diferentes tipos de medicamentos, un hallazgo que plantea preocupaciones sobre el tráfico de sustancias agrícolas y farmacéuticas en el área.
- Asimismo, se incautaron más de 40 armas de fuego, lo que evidenció el incremento de la violencia armada en estos vecindarios y la necesidad de frenar la proliferación de armas ilegales.
- En total, se sequestaron 100 municiones, lo que subraya el armamento disponible para los grupos delincuenciales operantes en la región.
‘El impacto generado por esta operación ha sido visible desde su inicio. Se ha proyectado un aumento en el homicidio involuntario y fue posible contener los delitos durante el mes de marzo’, menciona Guillermo Valencian, quien es el subdirector general del poder público. Su comentario destaca una de las repercusiones colaterales de la guerra contra el crimen en curso.
Los grupos criminales asentados en los vecindarios del sur de San José son el objetivo principal de la operación. Esta iniciativa no solo busca restablecer el orden en comunidades afectadas, sino que también se propone enviar un mensaje claro a aquellos que operan en la clandestinidad, que la ley no será tolerante frente a sus acciones violentas. Sin embargo, la complejidad de la situación exige un enfoque cuidadoso que considere las realidades de las comunidades más vulnerables.